La Oportunidad 

La Oportunidad

 

El Istmo de Tehuantepec puede propiciar que muchas empresas se establezcan en México.

Además, la situación de sequía que sufre el Canal de Panamá, representa una oportunidad para México para situarse como alternativa.

Sin embargo, no parece que se le esté brindando ni la publicidad ni la exposición del calado que merece por la inmensa cantidad de ventajas que brinda

Por: Lorenzo Sancho Fernández. Consultor político.

 

Enredados y obnubilados por los procesos de elección de las denominadas “corcholatas”, la irrupción de Xóchitl Gálvez como aspirante sorpresa del Frente Amplio por México, los dimes y diretes por los procesos de selección de los aspirantes de todos lados, la polémica de los libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación Pública… hay una cuestión que pasa desapercibida y que puede suponer una gran oportunidad para México. Esta no es otra que una de las grandes obras realizadas en este sexenio: el corredor interoceánico. Una obra a la que no se ha prestado la importancia que realmente merece.

 

Pese a que muchas de las grandes obras de infraestructura realizadas durante esta administración han sido calificadas por muchos como “faraónicas” (AIFA), “innecesarias” (Refinería Olmeca), “que atentan contra el medio ambiente” (Tren Maya), una no ha recibido tanta atención ni críticas como el resto, tampoco ha sido tan publicitada el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).

 

Con una infraestructura ferroviaria de 300 kilómetros, con una inversión de 26,385 millones de pesos que conecta la parte más estrecha del país de costa a costa -del Pacífico al Atlántico- de Salina Cruz a Coatzacoalcos y viceversa, que previsiblemente se podría inaugurar a finales de este año -la obra cuenta con un avance de aproximadamente el 80%- permitiendo trasladar mercancías y personas de un océano a otro en apenas 6 horas.

 

En su libro “A la Mitad del Camino” el propio presidente lo describe como un “Canal de Panamá por tierra” y da por hecho que la gestión se encargará a la Secretaría de Marina.

Sumado a esto, se realiza la renovación de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, así como la construcción de 10 parques industriales con un promedio de 500 hectáreas cada uno a lo largo del trayecto y una renovación social integral de los municipios por los que atravesará el tren. Esto puede alentar que muchas empresas (mexicanas y extranjeras) se establezcan en el territorio y en el país.

 

Además, en las últimas semanas se han venido publicando en el Diario Oficial de la Federación diversos Decretos que contemplan incentivos fiscales a las empresas que se instalen a lo largo del Istmo.

 

Todo este conjunto de elementos puede detonar un importante crecimiento económico y desarrollo en la zona, que termine por convertirla en un polo de atracción de oportunidad, redundando en beneficio del país. No sólo esto, también la coyuntura favorece, ya que, recientemente se han publicado diversas noticias que apuntan a que el Canal de Panamá vive una crisis derivada de la sequía, pues el bajo nivel de las aguas dificulta la navegación de los barcos y su tránsito por el canal.

 

De ahí que México pueda aprovechar esta circunstancia para promocionar la infraestructura del corredor interoceánico para convertirse en la punta de lanza del traslado de mercancías en el continente entre los océanos Atlántico y Pacífico (y viceversa). Con esto, pasaría a ser alternativa al Canal de Panamá -al que, de paso, descargaría de operaciones- posicionaría a México como país con infraestructura de vanguardia en la conexión entre continentes, además de tratarse de un transporte más amigable con el medio ambiente (pese a que lo más previsible es que funcione con combustible fósil).

 

Especialmente tras la experiencia del año 2021 cuando el barco carguero Ever Given quedó varado en medio del Canal de Suez durante 6 días, produciendo un colapso del canal y millonarias pérdidas en una de las rutas comerciales más importantes del mundo. Con el corredor interoceánico, por tanto, se abriría otra ruta comercial alternativa en el mundo.

 

Sin duda, esta obra ofrece a una gran oportunidad para México, sin embargo, no parece que se le esté brindando ni la publicidad ni la exposición del calado que merece por la inmensa cantidad de ventajas que brinda. Quizá más que cualquier otra de las grandes obras realizadas en el sexenio, pues puede convertirse mucho más rentable, posicionar a México en el continente y en el mundo, con un coste bastante más ajustado pero para ello se precisa que se den a conocer sus enormes atractivos.

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